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Cuando John Roig salió de Cuba siendo un niño, sabía que se dirigía a la Tierra de las Oportunidades. Afortunadamente, se le presentó la oportunidad más grande: Primerica. Hoy, John y su esposa Gloria disfrutan los beneficios de su trabajo y el increíble estilo de vida que les proporcionó Primerica. Según John, todo empezó con unas simples vacaciones en Ft. Lauderdale, Florida, en 1977.
“Esas vacaciones fueron suficientes para convencernos a mi esposa y a mí de que queríamos criar a nuestra familia allí”, recuerda John. “Así que regresamos a casa, nos mudamos con la mamá de Gloria y comenzamos a ahorrar dinero diligentemente para hacer realidad nuestro sueño.”
Poco tiempo después de dar su salto de confianza, se les presentó a los Roig la Oportunidad de Primerica. “Me entusiasmé mucho, no dejé escapar la oportunidad de ser parte de ella”, recuerda John. “Al finalizar mi segundo año, después de asistir a una convención de Primerica, tomé en serio el negocio y me dediqué a él a tiempo completo. Entonces comenzó a suceder: cada año hacía más dinero que el anterior. Eso fue en 1980 y jamás nos hemos arrepentido”.
Hoy, los Roig miran el futuro con ilusión y disfrutan de una vida llena de recompensas, tanto personales como financieras. “Los incentivos financieros para crear un negocio son increíbles”, dice John. “Gracias a esta oportunidad, puedo ayudar a mis familiares en Cuba como nunca imaginé. Nuestro éxito en Primerica nos permitió cambiar una pequeña parte del mundo.” |
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