Noemy Rubio, Secretaria
Ontario, CA
No muchas personas abandonarían un trabajo bien remunerado para embarcarse en un sueño, pero Noemy Rubio cree que algunos riesgos lo valen. “Vine de El Salvador a los Estados Unidos hace más de 20 años”, recuerda Noemy. Trabajaba para una empresa de cosméticos y tenía un sueldo aceptable cuando un amigo me invitó a una reunión de la Oportunidad de Primerica”.
A pesar de que en ese entonces no entendía muy bien el inglés, Noemy comprendió el concepto de lograr la independencia financiera. Obtenía buenos ingresos trabajando entre 14 y 16 horas diarias, pero reconoce que no sabía qué hacer con el dinero que ganaba.
Noemy se unió a Primerica y asistió a su primera convención. “Había más de 20,000 personas allí. Vi a otras mujeres e hispanos. Hubo premios y reconocimientos, y anunciaron los ingresos de las personas”, exclama. “A pesar de que mi nivel de inglés todavía no era muy bueno, comprendí que personas de todas las culturas podían hacer buen dinero con esta compañía con sólo ayudar a otras personas”.
Esta líder veterana sonríe al pensar en cómo la Oportunidad de Primerica cambió su vida. “Aquí, la puerta está abierta para todos sin importar cuál sea su origen”, explica. “Míreme. Soy una mujer hispana y madre soltera. Todas mis circunstancias apuntaban a que no se suponía que hiciera nada especial con mi vida,… pero confié en mí misma.
“Lo único que necesitaba era una oportunidad. Hoy, he creado mi propio negocio”, declara Noemy con orgullo. “Puedo traspasarlo a mis hijos. Antes hacía dinero, pero para alguien más. Ahora, gracias a Primerica, mis hijos y yo tenemos opciones”.
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